19 octobre 2009


Foto by Migue.



Una mujer, una rueda pinchada, una enfermedad, un deseo;
temores ante ti,
temores que puedes estudiar como las piezas de un tablero de ajedrez…
no son las cosas importantes las que llevan a un hombre al manicomio.

está preparado para la muerte o para el asesinato,
el incesto, el robo, el incendio, la inundación.

no, es la serie continua de pequeñas tragedias lo que lleva a un hombre al manicomio…
no es la muerte de su amor
sino el cordón del zapato que se rompe cuando tiene prisa.

el horror de la vida es ese enjambre de trivialidades
lo que puede matar más deprisa que el cáncer
y siempre están ahí: la matrícula del coche o los impuestos
o el permiso de conducir caducado o los contratos o los despidos
hacerlo tú o que te lo hagan
o el estreñimiento
o las multas por exceso de velocidad,
polillas o grillos o ratitas o termitas o cucarachas o moscas
y la tela metálica que se ha roto,
o pasarse o no llegar, la pila atascada
o la casera borracha al presidente no le importa
y el gobernador está loco.

el interruptor de la luz roto, el colchón como un puerco espín,
105 dólares por la puesta a punto, el carburador y la bomba de la gasolina en Sears Roebuck,
y el recibo del teléfono que sube y la Bolsa
que baja y la cadena del retrete que se ha roto
y la instalación de la luz que se ha quemado,
la luz de la entrada, la luz del frente, la luz de atrás, la luz del interior;
está más oscuro que el infierno y es el doble de caro.

y, además, siempre hay ladillas y uñas que se encarnan
y gente que insiste en que son amigos tuyos;
siempre hay eso y cosas peores: grifos que gotean,
Cristo y la Navidad, el salami azul, 9 días de lluvia,
50 centavos de aguacates y embutido de hígado morado.

o montárselo de camarera en Norm’s con turno partido, o de vaciador de orinales,
o de lavacoches o de pinche de cocina
o de ladrón de bolsos de ancianas que las deja gritando en la acera
con un brazo roto a la edad de 80 años.

de pronto 2 luces rojas en tu espejo retrovisor y sangre en la ropa interior;
dolor de muelas y 979 dólares por un puente o 300 dólares por una muela de oro,
y China y Rusia y Estados Unidos
y pelo largo y pelo corto y nada de pelo y barba y sin rostro
y muchos papeles de liar pero ninguna hierba
excepto tal vez la del jardín.

con cada cordón de zapato que se rompe
de entre cien cordones de zapato que se rompen,
un hombre o una mujer o una cosa va a parar al manicomio.

así que ten cuidado al agacharte.

Charles Bukowski


La primera vez que leí esto, le dije a Migue que eligiera una foto suya (cualquiera) y me la pasara. Recién hice lo mismo y así terminamos.

Hoy, otra vez, una uña rota terminó de arruinarme el día.



14 octobre 2009