28 mars 2012

Encuentros incómodos en la calle, parte I

-Hola ¿qué tal?
-¿Todo bien?
- Todo bien, ¿vos?
- Todo bien.

19 mars 2012

De la I a la Z: Insania

En el 2008 empecé a escribir una serie de textos que intentaban explicar de alguna manera mis sentimientos hacia una persona. Después de escribir la I, la J, la K y la L, dejé de hacerlo, porque me pareció que lo lógico era des-obsesionarme de una vez por todas.

Pero a veces me gusta volver a leerlos.

DE LA I A LA Z: Insania.
No saben si llorar, reír o saltar de la terraza.
Piensan en correr y esconderse entre frazadas.
Buscan salidas de emergencias, pero todas son entradas. Decenas, cientos, miles.
Se niegan, se convencen, se torturan.
Esperan, se cansan, se deciden.
Cambian, vuelven y están hartos de ser.
Nacen, mueren y, tres días después, siguen ahí. Intactos, dolidos, sufridos.
El cielo confundido, el pecho anudado, el sótano vacío.
Asesinan, suicidan y quieren recuperar.
Sábanas mojadas con mar, hundidas en el mar.
Agua salada humana (y natural). Inevitable.
Con labios forzados, manos atadas y gritos ahogados, no pueden pelear.
Por su bien, por el de todos, por el del único
demás.
Necesitan aire, ganas, papeles y tinta para pintar.
Ahora sí, ahora no, ahora no existe más.
Aparece, desaparece, mañana lo van a olvidar.
Lo que fueron, lo que son, lo que alguien quiera recordar.

6 mars 2012

Welcome to the real life! It sucks, you're gonna love it.

Qué espanto darse cuenta de que a unos pasitos nomás está el resto de tu vida. Claro que me pone contenta que después de dos intentos fallidos -la tercera es la vencida- al fin llego a arañar el 50% de una carrera, eso es seguro, pero el 50% es la mitad del 100%, lo que me pone en un lugar al que no sé si tenía ganas de llegar todavía. Veintipoquitos, sin hijos, sin casa, sin auto, sin pareja, no tengo nada que perder más que tiempo, y empezar a trabajar ahora es prioridad.

No quiero, no. La verdad es que sería una eterna estudiante si no tuviera planes. Pero aparecen las ideas, y mi cabeza tiende a volar alto. Ahora necesito un último empujón, un curriculum aceptado y confianza ciega depositada en mi metro cincuenta y algo. Quizás así, de acá a un tiempo, mi cabeza no sea la única volando.