28 juillet 2011

sojel nat

Estaba ahí, con la nariz aplastada contra la ventana, jugando a la carrera de la gota. Adentro llueve y parece que nunca va a parar. Pisaba las fotos desparramadas por el suelo, una sonrisa se ve reflejada en un papel, con los pies sucios de barro y lástima. El paisaje gris y húmedo del exterior, el pasto y la helada de la mañana, el viento metiéndose por abajo de la puerta, chillando. No quiero quedarme sentado, nada se comparaba con el vacío que sentía, no quiero volver a tu lado, con la falsa seguridad, con el alma vendida o perdida o regalada en algún rincón. No llores más que la noche es larga, la nariz contra la ventana, ya no duele el frío, los pies mojados, no existe ese frío, el vacío. Empañados los ojos, estampada su boca en el vidrio, empañada la casa, empapado el jardín, empapados los ojos, empañado el vidrio, parece que nunca va a parar, las goteras en el corazón.

(y va a parar)


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