7 octobre 2010

Croniquita - Pixies Luna Park 2010



Uno se da cuenta de lo genial que fue un recital, cuando se despierta al día siguiente y se siente totalmente realizado.

Seis de octubre, Luna Park llenísimo, gente coreando muy futboleramente Olé olé olé olé...Pixies...Pixies!, humo y olor a sustancias ilegales inundando el lugar repleto de gente particularmente simpática.
Después de casi una hora de recital de El Otro Yo, los Pixies se hacían esperar. Alguien dijo, por ahí atrás "...la mitad de la gente que está acá, espera este show hace al menos 10 años", y las ansias se tornaban insoportables. Hormigas en el estómago, escalofríos, sonrisas que se escapan sin querer en saltos de alegría.

Se apagan las luces, se escuchan los gritos y los aplausos. Con mi altura y desde atrás de todo, lo único que llego a ver es un mar de cabelleras agitándose como locas. Los primeros acordes de Bone Machine y algunos "NO LO PUEDO CREER, ESTÁN ACÁ, ES VERDAD!" al viento (y otros tantos acorralados en la cabeza)
Un buen comienzo, seguido por un buen desarrollo con canciones como Broken Face, Holiday song, Debaster, Wave of mutilation, cerrando la primera parte del set con Isla de encanta y vamos. Se apagaron las luces del escenario, pero nadie se movió.

Volvieron por los bises arrancando con Where is my mind, al término del cual, por razones ajenas a mi persona, tuve que retirarme, pasando a escuchar los últimos tres temas desde la esquina del estadio, sentada en el cordón de la vereda.

Exactamente dos horas de recital a puro agite, allá arriba, clásico del público made in casa. La banda impresionante, Lovering es un monstruo, Kim hermosa.

Uno salía pensando ¿ahora me voy a despertar?



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