27 février 2009

Volver a tocar algunos temas, aunque sea por arriba, aunque sea sin querer, me hace pensar, y pensar todavía me duele. No sé hasta cuando, no sé si va a parar, no creo que lo haga pero espero que sí.
A veces tengo miedo de encontrarlo y no saber que decir, de irme apurada y enojada, de TENER QUE guardarme todo tipo de explicación y responder "nada, estoy bien", de que pase exactamente lo contrario y me vuelva a perder. Cansa solamente el pensarlo. Prefiero evitarlo.
Me escondo y hace tiempo que es así. Me escondo atrás de mi misma.

No pienso salir.

26 février 2009

Ejercicio (II) 5.2 - 1.c - 1

Tardé casi 5 minutos en darme cuenta de que la derivada, siempre trabajando por definición, de x^2-x+1 era 2x+1. Y otros 10 en sacar en qué punto la recta tangente a f(x) era paralela a la recta de ecuación y=3x+2.

Cualquiera puede entender lo frustrante que es eso.
Ocho horas de ayuno, que se transformaron en casi doce horas de morderme las cutículas, agujas, pichazos, frasquito, radiografías, electrocardiograma, clínico, salas de espera.
Estar ahí sentada, esperando, con mi frasco en la mano y varios papeles, con ese insoportable olor a médico (no, no es olor a hospital, todos los médicos lo llevan como impregnado, como si fuera condición para matricularse), me recordó por qué empecé a odiar los controles.
Crucé la puerta que anunciaba "Extracciones", caminé por un pasillito que se volvía más angosto cada vez, y me senté. No había terminado de acomodarme cuando la mujer, un poco bruta, la verdad, me clavó la aguja en el brazo. Molestó, sí, pero tampoco como para correr con la gomita atada, como cierto amigo mio hizo alguna vez.
El electrocardiograma fue lo más divertido. Bueno...porque me reí. La verdad es que me reí porque me hizo cosquillas cuando me preparaba.
El clínico habló los primeros 5 minutos de la consulta, de la relación que existía entre los nombres de la paciente anterior y el mio. El resto fue lo que tardó en hacer el chequeo completo. La consulta duró 7 minutos.
Radiología...bien, el tipo estaba comiendo. Agradezco tener un poco de cerebro, sino no sé cómo hubiera hecho para entender las señas que indicaban posición y demases.
De vuelta en recepción, entregué los papeles, y me alegré con la sonrisa falsa de la muchacha que me atendió cuando me dijo "los resultados van a la empresa, espere su llamado". Bien, ya soy parte del sistema.
Salí muerta de hambre, y prendiendo el primer cigarrillo después de medio día de no fumar.

Nota mental: Nunca fumes en ayunas.

Charlas en el auto 1

C: Jesús era gay, eso explica el pelo largo
S: Jesús era travesti...
M: Eso explica el pelo largo y la barba
C: ...y el vestido blanco.
S: Y encima era amigo de María Madgalena
C: flor de prostituta
S: Seguro vivían por Palermo
L: Basta, Jesús no era travesti
S: Ese es el decimosegundo mandamiento "no llamarás travesti a Jesús"
C: Y el decimoprimero?
S: "No lo tratarás de Boliviano". Y el decimotercero...
C: "Puto el que lee"
S: Por eso la iglesia no alfabetizó a su rebaño. Pero Jesús sabía leer
C: Lo que nos lleva al principio...
S: Jesús era puto!
C: Eso explica las sandalias...

24 février 2009

Y si hablo de temas para viajar, nunca me falta este. Ideal para escucharlo mientras vas mirando por la ventana del colectivo.
Como buena pueblerina, no me gusta viajar a Capital. Antes lo detestaba porque no sabía, me perdía, ahora no me gusta exactamente por lo contrario.
Salí de mi casa 15:30 exactamente, pero recién pude viajar a las 4. Supe desde el vamos que iba a llegar tarde, no tenía nada que perder. El Roca, como siempre, un desastre. El subte, como siempre, insoportable.
Llegué pasados diez minutos de la hora a la que me habían citado, aunque por supuesto nadie lo notó. Me senté a un costado, al lado de las mismas chicas con las que había compartido la primera entrevista. Hablamos un buen rato, quejándonos de vez en vez de la poca atención hacia sus probables futuros empleados. Barajamos la posibilidad de viajar juntas, jugamos con la idea de comer un helado o algo al salir, yo me moría de hambre.
Una hora más tarde apareció ese que, nos habían anticipiado, iba a hacer de vocero. Acá hago un paréntesis: Lo que más me molesta es tener que viajar más tiempo del que voy a pasar en el destino. Me sentó delante de el, me entregó unos papeles, me indicó unas cosas, me dio un número de teléfono y me dio pie a retirarme.
Salí con un sentimiento que no sé explicar, era una mezcla entre alegría por los buenos resultados, y molestia por la suma de cansancio, horas perdidas y ganas de comer, apagadas después de un paquete de Twistos comidos en la primera y única escala de mi viaje de vuelta.
Tengo que acostumbrarme a la idea de repetir eso a diario, con mucha música en el mp3.

Bienvenida al infierno, hell iea.

23 février 2009

Banda sonora

Esta noche presento a Joaquín, musicalizador no oficial de mi vida.

"Este bálsamo no cura cicatrices,

esta rumbita no sabe enamorar,
este rosario de cuentas infelices
calla más de lo que dice
pero dice la verdad.
Este almacén de sábanas que no arden,
este teléfono sin contestador,
la llamaré mañana, hoy se me hizo tarde,
esta forma tan cobarde
de no decirnos que no.
Este contigo, este sin ti tan amargo,
este reloj de arena del arenal,
esta huelga de besos, este letargo,
estos pantalones largos
para el viejo Peter Pan.
Esta cómoda sin braguitas de Zara,
el tour del Soho desde un rojo autobús,
estos ojos que no miden ni comparan
ni se olvidan de tu cara
ni se acuerdan de tu cruz.
No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son
los últimos versos que te escribo,
para decir "condios" a los dos nos sobran los motivos.
Esta paya tan lejos de su gitano,
este penal del Puerto sin vis a vis,
esta guerra civil, este mano a mano,
estos moros y cristianos,
este muro de Berlín.
Este virus que no muere ni nos mata,
esta amnesia en el cielo del paladar,
la limusina del polvo por Manhattan,
el invierno en Mar del Plata,
los versos del Capitán.
Este hacerse mayor sin delicadeza,
esta espalda mojada de moscatel,
este valle de fábricas de tristeza,
esta espuma de certeza,
esta colmena sin miel.
Este borrón de sangre y de tinta china,
este baño sin rimmel ni nembutal,
estos huesos que vuelven de la oficina,
dentro de una gabardina
con manchas de soledad.
No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son
los últimos versos que te escribo,
para decir "condios" a los dos nos sobran los motivos"
Las noches sin dormir llevan a tardes prácticamente ausentes, donde alterno mis pesadillas entre el sillón, el piso y el borde de la cama deshecha, repleta de fotocopias y apuntes imposibles de leer. Hoy me encontré durmiendo con la cabeza apoyada en el mármol de la cómoda, sentada en un acolchado cuidadosamente desparramado en el suelo.
Las noches sin dormir llevan a mañanas francamente torpes, donde hago lo que le que critiqué a Santiago, y seco el mango de la cuchara en la musculosa blanca, y sé que la mancha no va a salir. Y ni el té con miel, ni el de menta, ni el de hierbas silvestres, ni el que tiene manzana y canela, ni el que tiene olor a Valeria del Mar son oportunos. No quiero nada raro.

De nuevo me veo perdida en el insomnio, insoportablemente vacío, donde asusta saber que no queda más que pasar el tiempo sola conmigo, sabiendo que no soy la mejor opción.


Y nunca, jamás, mi mejor amiga.